Familia

Es adoptada, tiene una mamá, dos papás y tres apellidos

En un fallo inédito en la Argentina, y atendiendo "vínculos valorables y protegibles", una jueza de Córdoba admitió una demanda de adopción plena pluriparental para una niña de 11 años. "Se está gestando la ruptura del binario de roles", afirmó la magistrada.

La jueza de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de la ciudad de Córdoba, Laila Córdoba, admitió una demanda de adopción plena pluriparental para una niña de 11 años que podrá llevar los apellidos de la madre y de sus dos padres.

Fuentes judiciales informaron que «la magistrada otorgó a la madre y a los dos padres la adopción plena de la niña, y ordenó al Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas que inscriba a la niña con el nombre de pila M. J. y con los tres apellidos F. F. V».

En un párrafo de lectura fácil, redactado especialmente para la niña, la magistrada explicó su decisión en estos términos: «Como vos pediste, te vas a llamar M. J. que son los nombres con los que te identificás; pero tu apellido en adelante será F. F. V. Así que ahora, por ejemplo, en el cole cuando te tomen lista te van a decir ‘M. J. F. F. V.’, y así te van a reconocer todos y en cualquier lugar a donde vayas».

De esta manera, el tribunal declaró la inconstitucionalidad de dos artículos del Código Civil y Comercial que impiden la adopción pluriparental. La niña había manifestado, tanto al Equipo Técnico de Adopción como a la jueza Córdoba, durante las audiencias llevadas a cabo en el tribunal, que tiene «una mamá y dos papás».

Así se refería al hombre que era esposo de la madre cuando la adoptaron, aunque esta pareja luego se separó y la mujer comenzó una relación con otro hombre, a quien la niña también consideró su padre.

La jueza Córdoba explicó a Cadena 3 que «la niña estaba en guarda con un matrimonio que se divorció. La mamá adoptante se volvió a casar y el marido la quiere a la niña. Ella lo tomó a él como papá del corazón pero también quería a su papá del primer matrimonio».

«Los adultos estuvieron a la altura de las circunstancias y respetaron este amor y deseo de la niña», agregó la magistrada, quien destacó que ambos padres «se reunían incluso los fines de semana a compartir asados. Es una realidad familiar que estaba resuelta en los hechos».

En los fundamentos del fallo, la jueza Córdoba precisó que «la pluriparentalidad es uno de los grandes desafíos del derecho de familia contemporáneo».

«Entiendo que el Estado no puede venir a imponer nuestros propios planes de vida y que se está gestando la ruptura del binario de roles. Es que hay que darle valor a la socio afectividad vislumbrada en el presente caso, donde se crearon vínculos valorables y protegibles», concluyó la jueza.

Hace unos días, una jueza de Tucumán también falló en este sentido y una niña de nueve años que «no quería elegir entre sus dos papás» fue legalmente inscripta con una madre y dos padres.

Fuente
Tiempo Argentino
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