El voto en blanco se posicionó en el cuarto lugar
El principal receptor de los votantes descontentos resultó ser, sin lugar a dudas, el aspirante a precandidato por el partido La Libertad Avanza, Javier Milei. Sin embargo, la opción de emitir un sobre sin marcar también obtuvo una considerable cantidad de adhesiones a lo largo y ancho del país.
El profundo malestar que una porción significativa de la sociedad siente hacia la clase política fue mayormente canalizado por el preaspirante presidencial Javier Milei, perteneciente a La Libertad Avanza. Sin embargo, un segmento del electorado optó por el voto en blanco, el cual aseguró el cuarto puesto y experimentó un incremento en comparación con los resultados de las PASO en 2019.
En total, 1.148.342 ciudadanos argentinos decidieron no respaldar ninguna de las alternativas electorales presentadas en el cuarto oscuro, optando en su lugar por depositar un sobre vacío en las urnas. Más del 50,75% de estos votos en blanco provinieron de la provincia de Buenos Aires.
Esta estadística no resulta sorprendente, ya que en diversas elecciones provinciales realizadas en forma separada, el voto en blanco se había perfilado como una de las opciones preferidas por parte de la población.
De esta manera, el voto en blanco aseguró su cuarta posición, superando en números al contendiente presidencial de la coalición Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti, quien logró reunir 907.437 sufragios.
Hace cuatro años, durante las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de 2019, esta alternativa había obtenido 882.633 votos.
Adicionalmente, en el reciente domingo electoral se contabilizaron 293.041 votos nulos, cifra que representa una disminución con respecto a los 318.001 votos nulos registrados hace cuatro años.
