El precio del petróleo en alza: ¿Qué impacto tendrá en los combustibles?
La cotización internacional del petróleo Brent, principal referencia para el mercado argentino, está en pleno ascenso y amenaza con repercutir directamente en los precios de los combustibles a partir de febrero. En solo tres días, el precio del barril subió un 5%, alcanzando valores por encima de los 81 dólares, una cifra que no se veía desde agosto del año pasado.

El alza del Brent responde a dos factores principales: las nuevas sanciones internacionales impuestas a Rusia y el aumento en la demanda por las bajas temperaturas en Europa. Por un lado, Estados Unidos y el Reino Unido aplicaron restricciones a importantes productores rusos como Surgutneftegas y Gazprom Neft, además de sancionar una flota de buques cisterna que presuntamente buscaban eludir estas medidas. Por otro, el invierno europeo incrementó la necesidad de petróleo, lo que intensificó los temores sobre la disponibilidad de crudo ruso.
En Argentina, este escenario internacional podría tener un impacto inmediato en los surtidores. Desde hace meses, las refinerías locales ajustan sus precios en función de la paridad de exportación, y la reciente escalada del Brent afecta directamente este cálculo. Si el precio del barril se mantiene alto en lo que resta de enero, las estaciones de servicio podrían aplicar un ajuste significativo en los combustibles, superando los incrementos vistos en meses anteriores.
Además del contexto global, se suman factores internos que presionan al alza: la devaluación mensual del peso, fijada en torno al 2%, el aumento en los impuestos nacionales y el ajuste en el precio de los biocombustibles. Este conjunto de variables refuerza la probabilidad de que los consumidores enfrenten un golpe más fuerte en sus bolsillos cuando llegue el próximo mes.
En octubre pasado, el precio del Brent también condicionó el mercado local, pero en sentido inverso: tras una baja sostenida durante septiembre, las estaciones de servicio aplicaron una reducción del 1% en los combustibles. Sin embargo, las condiciones actuales parecen encaminarse a un escenario opuesto.
Con este panorama, la pregunta no es si habrá aumentos, sino cuán significativos serán. Los próximos días serán claves para definir el impacto real de estas subas internacionales en el mercado interno. Mientras tanto, los consumidores argentinos deberán prepararse para un febrero con posibles ajustes en los precios de la nafta y el gasoil.