Crean unidades fiscales contra delitos de violencia de género y flagrancia
La inminencia del nuevo sistema acusatorio ubicará a los fiscales como únicos garantes y responsables de la investigación de delitos, lo que requerirá que sean exhaustivamente perseguidos los casos de mayor gravedad para ser llevados a juicio y que la Justicia encuentre, a través de métodos alternativos de resolución de conflictos, otras formas de satisfacer el interés de la víctima y la sociedad que se vio perjudicada.
Así, atendiendo a las problemáticas más preocupantes en la actualidad, la Procuradora General Silvia Baquero Lazcano, realizó una serie de reuniones con los integrantes del Ministerio Público Fiscal en las que se consensuó la especialización de la investigación penal a partir de la creación de nuevas unidades fiscales como aquellas de violencia de género y doméstica, violencia institucional y delitos contra la integridad sexual. Estas unidades implicarán una reorganización de los fiscales que hoy forman parte del organismo, que se definirá en cada una de las circunscripciones judiciales en función de los perfiles de sus responsables.
«Lo que se pretende con este esquema es una distribución de trabajo equitativa entre los fiscales y dar respuestas adecuadas en tiempo oportuno», expresó Baquero Lazcano.
Estas determinaciones se plasmaron en una Resolución suscripta en el día de ayer por la titular del Ministerio Público que dispuso, además, la creación de una oficina de flagrancia y gestión rápida que buscará brindar una solución ágil y concluyente a aquellos delitos cuyo responsable fue atrapado en el lugar de los hechos y otros que implican una investigación sencilla.
El documento formaliza una nueva estructura que, tal como expresó la Procuradora, «será de implementación gradual, fortalece el trabajo en equipos y pone el eje en aquellas temáticas que más preocupan a la sociedad». Además dispone la creación de una oficina de admisión y análisis de casos, que será el eje vertebrador del nuevo sistema toda vez que este impone definir cuidadosamente qué causas llegarán a la instancia de juicio y en cuáles se buscarán soluciones alternativas.
La víctima ocupará ahora un rol aún más protagónico en el proceso penal, por lo cual “se reforzarán y revalorizaran notablemente los equipos técnicos de las oficinas de atención a la victima porque es a ella a quien debe proteger y representar el Ministerio Publico Fiscal. Por ello se prevé trasladar estos equipos a todos aquellos lugares donde existan organismos descentralizados del Ministerio Publico Fiscal”.
Además, se dispuso una organización que releve a los fiscales de tareas administrativas y los deje exclusivamente avocados a la investigación desde el inicio hasta su conclusión, jerarquizando las áreas de apoyo y la función de sus responsables dotándolos de mayores responsabilidades que deberán ser debidamente reconocidas.
Finalmente, y para el tratamiento de las causas que se encuentran actualmente en trámite, se conformarán equipos de trabajo procurando la finalización del proceso de revisión integral de expedientes, instando medidas que agilicen la resolución de cada uno de los casos.