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Comodoro Rivadavia en emergencia: La Anónima remarcó precios del agua, el pan y la leche

En una muestra «aprecio» por las víctimas de la tragedia de Comodoro Rivadavia, La anónima efectuó una remarcación del 100%  “Un kilo de pan está más de 70 pesos y un litro de agua lo subieron a más de 60 pesos, ese es el nivel de aumentos que han hecho sobre los elementos más necesarios”, revelaron.

 

La Anónima  –propiedad de la familia Braun a la que pertenecen el jefe de Gabinete de Mauricio Macri, Marcos Peña Braun y  el Secretario de Comercio Miguel Braun– aprovechó la tragedia que sufre la ciudad de Comodoro Rivadavia, devastada por las inundaciones, para remarcar los precios del agua, el pan y la leche.

«La Anónima, en plena tragedia, hizo una remarcación de precios”, afirmó el gobernador Mario Das Neves ayer en diálogo con Radio Del Plata, donde trazó un panorama sobre el agudo drama que atraviesa la provincia luego de que en unos pocos días lloviera lo mismo que llueve en cuatro años en algunas de esas zonas.

El Supermercado en una muestra de aprecio por sus clientes efectuó una remarcación del 100 por ciento. «Un kilo de pan está más de 70 pesos y un litro de agua lo subieron a más de 60 pesos, ese es el nivel de aumentos que han hecho sobre los elementos más necesarios”, revelaron.

Das Neves no se mostró tan sorprendido, dijo que tenía un recurso de amparo presentado contra el supermercado de los Braun por un episodio de unos meses atrás. Contó que en el plan de diversificar la economía de la provincia implementaron un programa por el que unas 1.500 familias comenzaron a criar chanchos y gallinas y que habían conseguido que funcionara muy bien, sin necesidad de más ayuda oficial.

«De repente, aparece una disposición, oh casualidad, que trae a las góndolas de La Anónima el cerdo envasado al vacío de Dinamarca”, reveló. La provincia presentó un recurso por esa insólita importación que perjudica a la economía local y en primera instancia la justicia le dio la razón.

Los reyes de la Patagonia

Unos 18 integrantes de la familia Braun forman parte del Gobierno. Hay unos cuántos más que tienen negocios diversos con el macrismo, tantos privados como públicos. Un ejemplo se conoció cuando se supo cuál sería el nuevo hotel donde se hospedaría la tripulación de Aerolíneas Argentinas durante sus estadías en El Calafate. El sorpresivo ganador fue el hotel boutique Esplendor, de los hermanos Carlos y Sebastián Braun, pese a que la habitación fue cotizada 250 pesos más cara que en el Alto Calafate, vinculado a los Kirchner. Marcos Peña Braun se excusó de dar su opinión al respecto. «Mi familia es muy grande”, dijo entonces. El caso fue uno de los primeros altercados del Ejecutivo con la ahora ex titular de Aerolíneas, Isela Constantini.

Efectivamente, los Braun son muchos, en su árbol genealógico son comunes los matrimonios con diez hijos o más, pero se mantienen en contacto. Los comienzos de la familia en el sur fueron narrados en «La Patagonia Trágica”, de José María Borrero, y en «La Patagonia Rebelde”, de Osvaldo Bayer. Posicionados como grandes terratenientes luego del exterminio de las comunidades aborígenes que poblaban la región, los Braun y los Menéndez  crearon La Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, conocida como «La Anónima”. Una tienda de ramos generales, comestibles e indumentaria que se convirtió en un monopolio en la zona.

El origen de la revuelta de «La Patagonia Rebelde” podría tomarse como antecedente lejano a lo que se denuncia ahora en Comodoro Rivadavia. Por lo menos en el espíritu. Uno de los reclamos de los peones de las estancias –que trabajaban en condiciones muy precarias, de sol a sol y con escaso abrigo– era que La Anónima les tomaba los vales a un precio menor a lo que correspondía. La represión a los trabajadores terminó con una masacre en la estancia «La Anita”, también propiedad de los Braun, en diciembre de 1921.

La empresa atravesó diferentes etapas pero nunca perdió su preeminencia en el sur del país. Durante la última dictadura militar, los hermanos Federico y Pablo Braun recuperaron el control de la firma, ya convertida en cadena de supermercados. Ambos son tíos de Miguel Braun, hijo de otro de sus hermanos, el fallecido economista Oscar Braun. Muy relacionados en el mundo de los negocios y la política, el patriarca Federico Braun –uno de los directores del Grupo Financiero Galicia– es también vicepresidente de la Asociación de Supermercados, por lo que es natural contraparte de su sobrino en casos como la discusión de precios. Pero es sabido que los casos de conflictos de intereses no constituyen una gran preocupación para el macrismo, hay pocos funcionarios que se salven de no caer en alguno.

Marcos Peña pertenece a otra rama de la familia, aunque la relación es estrecha. Su madre es la catequista Clara Braun y uno de sus hermanos, Eduardo Braun, compartió durante muchos años la conducción de la aerolínea Austral con los Braun de La Anónima.

Hasta anoche no se conocía reacción del jefe de Gabinete y del secretario de Comercio ante la actitud tomada por la empresa de la familia ante el desolador panorama que atraviesa Comodoro Rivadavia. Lejos de las penurias de los chubutenses, en el Hilton de Puerto Madero, Peña cerraba el mini Davos desgranando frases del credo oficial: «Vamos a defender el valor del comercio libre”, les prometió a los CEO de multinacionales.

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