Cada vez más se habla de un nuevo mandato de Weretilneck
Weretilneck y su entorno diseñan los primeros pasos en la carrera hacia las elecciones parlamentarias del 2017, que son vistas como plataforma para el 2019.
El oficialismo, poco a poco, se introduce en el proceso electoral del año próximo. Esta contienda parlamentaria tiene su horizonte político: consolidar la existencia del partido de Alberto Weretilneck y, según su performance, decidir qué estrategia adoptar frente al impedimento constitucional y la posibilidad de un nuevo mandato del actual gobernador.
La reforma constitucional está ligada al resultado electoral y el resguardo estará en la interpretación judicial del brete normativo. En este sentido, el legislador Facundo López abrió la brecha y afirmó que Weretilneck “no está inhabilitado” por la Constitución Provincial.
El primer paso corresponde a la elección de octubre del 2017 para elegir a dos representantes rionegrinos a la Cámara de Diputados. Tras la deserción en la parlamentaria del año pasado, el gobernador ratificó ahora su participación y reiteró que JSRN irá solo. El propósito es claro: capitalización exclusiva.
Ganar requiere un buen candidato y una meditada estrategia Nada está resuelto. Ya hay mediciones de intención de votos. El autopostulado Luis Di Giacomo pierde terreno frente a las proyecciones del legislador roquense Alejandro Palmieri y del ministro barilochense Carlos Valeri. Ambos tienen otras pretensiones futuras, pero aceptarán -sin reparos- si Weretilneck los pone en esa carrera.
¿Vice al Congreso?
La candidatura a diputado del vicegobernador Pedro Pesatti es la opción más jugada. Nadie profundizó el tema con él y su objetivo está en concluir su mandato, pero tampoco él -aun su deseo- desoirá un pedido de Weretilneck. Ya lo demostró recientemente con su renuncia al PJ para secundarlo en el nuevo partido.
“En el 2017, hay que ganar bien y eso significa lograr los dos diputados. No sirve ganar con uno”, afirma Pesatti, poniendo la vara bien alta. Ese logro exigiría duplicar al segundo y, por lo tanto, requerirá varias listas en la disputa, que dispersen los votantes opositores. Por caso, dos listas peronistas y el radicalismo afuera de Cambiemos. El oficialismo ya trabaja en ese sentido.
Semejante expectativa electoral tiene una razón: constituirse en la plataforma para una amplía reforma constitucional. Esa posibilidad entusiasma a cualquiera, especialmente al gobernador, que hoy desactiva todo avance. Ya desoyó el año pasado la alternativa reformista cuando los suyos entendían que su victoria provincial abría una ocasión inmejorable.
Otra mirada consigna que la próxima elección se nacionalizará -como todas aquellas de medio mandato- entonces peligra aquel diseño del oficialismo rionegrino por su postura provincial y, además, próximo al gobierno nacional. Entonces, ese abultado triunfo no sería sencillo.
El otro camino corresponde a la interpretación jurídica de la “reelección” -el artículo 175 de la CP- y, en ese sentido, el legislador Facundo López -el álter ego de Weretilneck- confesó la maniobra en mente de varios oficialistas. Declaró que el gobernador “no está inhabilitado” y, en todo caso, transmitió que la Justicia deberá interpretar el caso. Abrió ese sendero, y enseguida aclaró que “no es tiempo para hablar de candidaturas”. Igual, las estrategias y movimientos están en marcha.
En octubre del año próximo Río Negro elegirá dos diputados nacionales. Terminan su mandato María Emilia Soria y Luis Bardeggia, ambos del FpV.