Judiciales

Amplió su declaración la mujer que acusó a cura de abusarla en un colegio platense

Una mujer amplió hoy su declaración ante la justicia de La Plata y relató los abusos sexuales sufridos de parte de un sacerdote cuando asistía a un colegio católico privado de la capital bonaerense, donde el cura era docente y confesor, informó una fuente judicial.

Se trata de Rocío, de quien se resguardan sus demás datos para preservar su intimidad, quien en agosto último denunció al sacerdote Raul Anatoly Sidders, docente y sacerdote del Colegio San Vicente de Paúl, de La Plata que en mayo último fue trasladado a Misiones, donde aguarda ser nombrado capellán del Escuadrón XIII de Gendarmería Nacional en Puerto Iguazú.

El sacerdote es investigado por el fiscal platense Alvaro Garganta por el delito de abuso sexual agravado contra Rocío, cuando ella tenía entre 11 y 14 años y asistía al mencionado establecimiento.

Durante esta jornada, Rocío amplió su declaración, en audiencia virtual ante el fiscal de la causa, según confirmó a Télam la abogada de la víctima, Pía Garralda.

«Rocío se explayó sobre lo denunciado, pudo contar más y ahora está bien», aseguró la letrada, quien precisó que Rocío también contestó preguntas del fiscal.

Para acompañar la declaración de Rocío, amigos y familiares de la joven pegaron carteles en la Catedral de La Plata y el frente del Colegio San Vicente de Paul con la leyenda: «Rocío yo si te creo. Juicio y Castigo para el cura Raúl Sidders», cartelería que de inmediato retiraron las autoridades de ambos edificios.

Además de la mujer declaró ante el fiscal su madre, cuya identidad se preserva.

«La mamá contó los cambios evidenciados por Rocío en esa época en su rendimiento escolar y en su salud. Rocío sufría desmayos emocionales», precisó.

Garralda remarcó que la madre de Rocío «se enteró este año de los abusos, lo supo cuando Rocío decidió denunciarlo».

«Este fue un paso más en esta causa que investiga los abusos de Sidders, seguimos avanzando en esta lucha judicial para probar que Sidders es un cura abusador», enfatizó.

En agosto último Rocío denunció que el sacerdote empezó a acosarla a los 11 años, que le hacía introducir sus manos en los bolsillos de su sotana para que «sintiera su erección» y que cuando se confesaba con él le explicaba cómo masturbarse y que debía hacerlo «pensando en él».

Según relataron otros ex alumnos varones a Prensa Obrera, el sacerdote era conocido como «Frasquito», porque los obligaba a masturbarse para guardarse su semen en un frasco.

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