Salud

19 de Octubre: Día internacional de lucha contra el cáncer de mama

Según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud, en argentina se detectan más de 22 mil casos por año (60 por día), ubicándolo como el tumor con mayor prevalencia en las mujeres en el país. El diagnóstico temprano sigue siendo la mejor herramienta para evitar las casi 6 mil muertes anuales.

Es el tumor más frecuente en la Argentina y el tercero que más muertes provoca. Sin embargo, los avances científicos permiten conocer en forma detallada las características de cada caso y personalizar las terapias. Qué factores de riesgo pueden ser modificados y las principales medidas de prevención.

Los avances científicos revolucionaron la forma de abordar el cáncer de mama. Hoy los médicos disponen de conocimientos y herramientas tecnológicas para tomar una “foto” detallada de un tumor, distinguir sus particularidades y diagramar un tratamiento personalizado. Un traje a medida para cada paciente que, complementado con un trabajo multidisciplinario, abre las puertas a mejores resultados.

Los conocimientos sobre la biología tumoral surgidos en los últimos 40 años permiten clasificar los tumores según sus características moleculares. Nace así la medicina personalizada, cuyo objetivo principal es adecuar el tratamiento a las bases moleculares de un tumor particular. Implica pasar de la generalidad a la peculiaridad de cada paciente individual”, explica la doctora  Sabrina Barchuk (MN: 126304), miembro de la Sociedad Argentina de Mastología. La experta destaca dos beneficios de estos tratamientos, conocidos mundialmente como tailor made: “Aumentan la eficacia y reducen la exposición y los efectos indeseables de terapias innecesarias”.

La cirugía, la radioterapia y la quimioterapia no perdieron importancia: siguen siendo pilares fundamentales del tratamiento para el cáncer de mama. La diferencia se da en que, durante décadas, las decisiones terapéuticas estuvieron basadas únicamente en factores pronósticos tales como la edad, el tipo y tamaño tumoral, el número de ganglios comprometidos y la presencia o ausencia de metástasis. Pero ya no.

Posteriormente, la medición de la expresión de receptores estrogénicos permitió identificar tumores candidatos a terapias hormonales. Pero la experiencia demostró que dos pacientes con las mismas características tumorales y expuestas a las mismas terapias, podían tener comportamientos biológicos y desenlaces clínicos diferentes. Un tratamiento que demostró ser eficaz para un caso, podría no serlo para todos”, sostiene la Dra. Barchuk, en el marco del Mes de sensibilización sobre el cáncer de mama que se conmemora durante todo octubre.

En los últimos años, el avance de la biología tumoral fue modificando paradigmas ya que no solo contribuye a identificar el mejor tratamiento para cada paciente, sino que permite orientar apropiadamente la secuencia de terapias a desarrollar. Si bien muchas pacientes a las que se les detectó un tumor muestran cierta ansiedad por ser operadas, esa puede no ser siempre la mejor opción: en algunos casos conviene empezar por el tratamiento sistémico y luego pasar a la cirugía. Del mismo modo, recibir quimioterapia es una alternativa válida, pero no para todos.

Hoy sabemos que existen cánceres de mama que expresan biomarcadores para los que contamos con fármacos dirigidos altamente efectivos. También contamos con plataformas genómicas, que permiten identificar tumores que podrían beneficiarse o no de tratamientos quimioterápicos. Ciertas alteraciones genéticas presentes en las células del portador de la enfermedad, pueden no solo identificar una predisposición al cáncer sino también servir de blanco molecular para tratamientos específicos”, apunta la especialista, que es médica de planta de la sección Mastología del Hospital Fernández. En resumen, “la medicina personalizada implica tratar a un paciente con una enfermedad con sus características biológicas propias”.

Un abordaje multidisciplinario desde la prevención

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en el país y el tercero más mortal: según datos del Ministerio de Salud se detectan más de 22 mil casos nuevos cada año y provoca casi 6 mil muertes. La Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC) estima que una de cada 12 mujeres argentinas será diagnosticada de un tumor de este tipo a lo largo de su vida.

En simultáneo con la sofisticación de los tratamientos, también se dio una evolución en las formas de abordar la enfermedad. En la actualidad se realiza un trabajo multidisciplinario –desde la prevención hasta el diagnóstico y tratamiento- que va más allá del vínculo entre la paciente y su oncólogo.

Este abordaje es de suma importancia para el manejo personalizado del cáncer de mama. Para ello se han creado equipos multidisciplinarios o unidades de mastología en diferentes instituciones de salud en los que intervienen diversas especialidades: mastólogos, imagenólogos, oncólogos, radioterapeutas, cirujanos plásticos, anátomo patólogos, genetistas, psicooncólogos, nutricionistas y kinesiólogos. Este trabajo en equipo produce una visión integral y la toma de decisiones en conjunto permite una mayor calidad de atención del paciente”, destaca el doctor Carlos Martín Loza (MN 86925), miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y subdirector del Centro Mamario del Instituto Alexander Fleming (IAF).

En ese sentido, el médico resalta no sólo la importancia de acompañar al paciente y su entorno en cada paso. “El rol del psicooncólogo es muy importante ya que el diagnóstico de cáncer de mama genera no solo un impacto físico sino también emocional. Este profesional brinda contención personal y familiar ante el diagnóstico. Ayuda en el transcurso de los diferentes tratamientos y en tratar de sentirse mejor”, destaca.

Los factores de riesgo y la prevención

El mes de concientización tendrá cómo epicentro el miércoles 19 de octubre, cuando se conmemora el Día Mundial de Lucha contra el cáncer de mama. Este año el objetivo es fortalecer las acciones destinadas a mejorar el acceso a una atención de calidad, incluido el tamizaje, la detección temprana, el tratamiento y los cuidados paliativos. En este contexto, es crucial la difusión de los factores de riesgo -que pueden ser modificables o no- y las medidas que se pueden tomar como forma de prevención.

Entre los factores de riesgo no modificables, tenemos la raza y la etnia, siendo mayor en la raza blanca a edades más avanzadas y en pacientes de color a edades más jóvenes. La historia familiar y los cambios genéticos ocupan un porcentaje menor en el riesgo de contraer cáncer de mama, pero debe ser investigado, ya que de ser detectado, contamos con terapias quimiopreventivas y cirugías de disminución de riesgo que podrán ayudar evitar la enfermedad”, explica el doctor Luciano Cassab (MN 79867), presidente de la Sociedad Argentina de Mastología.

A esto se suma que el comienzo de la menstruación a edades tempranas y la finalización de la misma a edades tardías generan una mayor exposición natural a los estrógenos, que están implicados en muchos de los tumores mamarios.

En cuanto a los que se denomina “modificables”, el experto señala la nuliparidad o el primer embarazo después de los 30 años“Se sabe que cuanto antes las células de los tejidos mamarios alcancen su máximo grado de diferenciación, estas estarán menos proclives a mutaciones (cambios en su información) y a la generación de neoplasias. Lo mismo ocurre con la lactancia, que tiene un cierto nivel protector. La densidad mamográfica es algo constitucional, una característica propia, pero puede modificarse con los embarazos y la lactancia, volviéndose menos densa que en la paciente nulípara”, agrega el médico que es jefe de la sección Mastología del Hospital Prof. Dr. César Milstein (ex Htal. Francés).

El uso de anticonceptivos a lo largo de la vida también puede incrementar ligeramente el riesgo. “Es acumulativo luego de muchos años de ingesta. Lo mismo pasa con las mujeres que alcanzan la menopausia y buscan suplir sus síntomas usando terapia hormonal de reemplazo. Está comprobado que el uso indiscriminado de hormonas durante un periodo prolongado aumenta el riesgo”, agrega.

Otros factores modificables tienen que ver con el estilo de vida. La falta de actividad física, la ingesta de comidas con alto contenido graso, la obesidad y el consumo de alcohol o de tabaco también aumentan el riesgo de la enfermedad.

Sobre este último punto, hay acciones concretas que se pueden tomar para prevenir o disminuir el riesgo de contraer esta enfermedad, al igual que muchas otras patologías. “Llevar una vida sana, la exposición al aire libre y al sol en horarios permitidos -15 minutos diarios, activando la vitamina D que tiene propiedades sobre el fortalecimiento de los huesos y sobre el sistema inmune como antineoplásica-, los ejercicios rutinarios y el consumo de frutas, verduras y hortalizas. También, evitar excesos, las comidas ricas en grasas, el tabaco y el alcohol; dormir lo necesario y no exponerse a productos tóxicos u hormonales que puedan intervenir en la génesis del cáncer de mama”, enumera el doctor CassabEl chequeo mamario completo, edad por edad

  • Antes de los 35 años, durante el control ginecológico anual se realizará el examen físico y, cuando el médico lo considere, se pedirá una ecografía mamaria, como primer estudio.
  • En mujeres sin antecedentes ni síntomas, se indica una mamografía de base a los 35 años y anualmente, a partir de los 40. De acuerdo a las características personales, el mastólogo podrá considerar acompañarla de una ecografía.
  • Cuando la mujer presenta síntomas o algún tipo de anormalidad en las mamas, puede ser necesario comenzar antes la rutina de estudios con imágenes o realizar un seguimiento más continuo.
  • En caso de ser portadora de una mutación genética, se incorporará una resonancia magnética nuclear mamaria a los estudios de control.
  • En mujeres con antecedentes de primer grado (madre, hermana o hija con cáncer de mama) se recomienda realizar el primer control diez años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano, que por lo general es a los 30 años.

Además, «si entre los controles la mujer nota cambios en sus mamas -tales como un bulto, una retracción, diferencias en la simetría, desviaciones del pezón, secreciones o alteraciones en la piel- deberá consultar con un especialista«, coinciden los especialistas.

Finalmente, el presidente de la SAM remarca que cuando hablamos de cáncer de mama es fundamental detectarlo a tiempo para llegar antes de que la enfermedad se anuncie por sí misma ya que los tumores de menos de un centímetro son curables en un 90%.

SAM Actividad para la comunidad:

El próximo viernes 28/10 a las 14:30 horas la Sociedad Argentina de Mastología invita a la comunidad a participar del vivo que se transmitirá a través de sus en Redes Sociales: “Encuentro entre mastólogos y pacientes que han atravesado esta enfermedad”. La experiencia y las historias personales ayudan a generar conciencia en mujeres que están transitando una similar situación.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba