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Weretilneck sobre la Planta Nuclear:  «si no tiene licencia social es posible que este proyecto se abandone»  

En declaraciones radiales, esta mañana el gobernador rionegrino lanzó que «si el proyecto de la Planta Nuclear, no tiene licencia social es muy probable que se abandone».

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Así lo afirmo esta mañana en dialogo con Daniel Ferrer en «las mañanas de mi pueblo» por FM La Comarca. El mandatario expresó «Vamos a ir viendo, según el acompañamiento de la comunidad»

 

 

La obra planea generar trabajo para 5.000 personas ● La inversión es de 8.000 millones de dolares ● La obra se iniciara en 2020 

 

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El mandatario rionegrino afirmo que si el proyecto de la Planta Nuclear no tiene el acompañamiento de la comunidad, se abandonaría. También remarco que no se escuchan las voces de quienes están de acuerdo con la instalación de la planta.

Conocido el anuncio de la posibilidad de la construcción de una planta nuclear en las costas de la provincia de Río Negro, organizaciones ambientales, sectores políticos y comunidades de la región, se manifestaron en rechazo a la idea.

Weretilneck remarcó que esta obra generará trabajo genuino durante 6 o siete a los para unas 5.000 familias, y una vez finalizada dará trabajo a 1000 técnicos o egresados de escuelas técnicas/industriales.

Además afirmo que la planta no es contaminante, «el agua entra del mar enfría los reactores y vuelve sin generar contacto, por lo tanto no contamina, no genera calentamiento global» afirmo.

 

 

Centrales nucleares en Argentina

  • Atucha I. Situada en la ciudad de Lima, partido de Zárate, distante a 100 km de la ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires. Tipo PHWR. Potencia 335 MWe. Inaugurada en 1974, fue la primera central nuclear de Latinoamérica destinada a la producción de energía eléctrica de forma comercial.
  • Atucha II. Situada en la ciudad de Lima, partido de Zárate, distante a 100 km de la ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires. Tipo PHWR. Potencia: 745 MWe. Inaugurada en 2011.
  • Embalse. Situada en Embalse, Provincia de Córdoba. Tipo PHWR. Potencia 648 MWe. Inaugurada en 1984.

Centros Atómicos:

  • Centro Atómico Bariloche
  • Centro Atómico Constituyentes
  • Centro Atómico Ezeiza
  • Complejo Tecnológico Pilcaniyeu
  • Complejo Minero Fabril San Rafael

 

 

Seguridad

Como cualquier actividad humana, una central nuclear de fisión conlleva riesgos y beneficios. Los riesgos deben preverse y analizarse para poder ser mitigados. A todos aquellos sistemas diseñados para eliminar o al menos minimizar esos riesgos se les llama sistemas de protección y control. En una central nuclear de uso civil se utiliza una aproximación llamada defensa en profundidad. Esta aproximación sigue un diseño de múltiples barreras para alcanzar ese propósito. Una primera aproximación a las distintas barreras utilizadas (cada una de ellas múltiple), de fuera a dentro podría ser:

  1. Autoridad reguladora: es el organismo encargado de velar que el resto de barreras se encuentren en perfecto funcionamiento. No debe estar vinculado a intereses políticos ni empresariales, siendo sus decisiones vinculantes.
  2. Normas y procedimientos: todas las actuaciones deben regirse por procedimientos y normas escritas. Además se debe llevar a cabo un control de calidad y deben estar supervisadas por la autoridad reguladora.
  3. Primera barrera física (sistemas pasivos): sistemas de protección intrínsecos basados en las leyes de la física que dificultan la aparición de fallos en el sistema del reactor. Por ejemplo el uso de sistemas diseñados con reactividad negativa o el uso de edificios de contención.
  4. Segunda barrera física (sistemas activos): reducción de la frecuencia con la que pueden suceder los fallos. Se basa en la redundancia, separación o diversidad de sistemas de seguridad destinados a un mismo fin. Por ejemplo las válvulas de control que sellan los circuitos.
  5. Tercera barrera física: sistemas que minimizan los efectos debidos a sucesos externos a la propia central. Como los amortiguadores que impiden una ruptura en caso de sismo.
  6. Barrera técnica: todas las instalaciones se instalan en ubicaciones consideradas muy seguras (baja probabilidad de sismo o vulcanismo) y altamente despobladas.
  7. Salvaguardas técnicas.

 

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Además debe estar previsto qué hacer en caso de que todos o varios de esos niveles fallaran por cualquier circunstancia. Todos los trabajadores, u otras personas que vivan en las cercanías, deben poseer la información y formación necesaria. Deben existir planes de emergencia que estén plenamente operativos. Para ello es necesario que sean periódicamente probados mediante simulacros. Cada central nuclear posee dos planes de emergencia: uno interior y uno exterior, comprendiendo el plan de emergencia exterior, entre otras medidas, planes de evacuación de la población cercana por si todo lo demás fallara.

Aunque los niveles de seguridad de los reactores de tercera generación han aumentado considerablemente con respecto a las generaciones anteriores, no es esperable que varíe la estrategia de defensa en profundidad. Por su parte, los diseños de los futuros reactores de cuarta generación se están centrando en que todas las barreras de seguridad sean infalibles, basándose tanto como sea posible en sistemas pasivos y minimizando los activos. Del mismo modo, probablemente la estrategia seguida será la de defensa en profundidad.

Cuando una parte de cualquiera de esos niveles, compuestos a su vez por múltiples sistemas y barreras, falla (por defecto de fabricación, desgaste o cualquier otro motivo), se produce un aviso a los controladores que a su vez se lo comunican a los inspectores residentes en la central nuclear. Si los inspectores consideran que el fallo puede comprometer el nivel de seguridad en cuestión elevan el aviso al organismo regulador (en España el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). A estos avisos se les denomina sucesos notificablesEn algunos casos, cuando el fallo puede hacer que algún parámetro de funcionamiento de la central supere las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) definidas en el diseño de la central (con unos márgenes de seguridad), se produce un paro automático de la reacción en cadena llamado SCRAM. En otros casos la reparación de esa parte en cuestión (una válvula, un aspersor, una compuerta,…) puede llevarse a cabo sin detener el funcionamiento de la central.

Si cualquiera de las barreras falla aumenta la probabilidad de que suceda un accidente. Si varias barreras fallan en cualquiera de los niveles, puede finalmente producirse la ruptura de ese nivel. Si varios de los niveles fallan puede producirse un accidente, que puede alcanzar diferentes grados de gravedad. Esos grados de gravedad se organizaron en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES) por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Agencia para la Energía Nuclear (AEN), iniciándose la escala en el 0 (sin significación para la seguridad) y acabando en el 7 (accidente grave). El incidente (denominados así cuando se encuentran en grado 3 o inferiores) Vandellós I en 1989, catalogado a posteriori (no existía ese año la escala en España) como de grado 3 (incidente importante). 

La ruptura de varias de estas barreras (no existía independencia con el gobierno, el diseño del reactor era de reactividad positiva, la planta no poseía edificio de contención, no existían planes de emergencia, etc.) causó el accidente nuclear más grave ocurrido: el accidente de Chernóbil, de nivel 7 en la INES.

 

El vicegobernador de la provincia de Río Negro Pedro Pesatti también opinó al respecto.

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